Dickens afirmaba en Oliver Twist: "El
corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto
conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen
músico"
Él sabía hacer vibrar a los lectores con sus historias, los emocionaba, les hacia identificarse con aquellos huérfanos, con los mendigos, con los marginados de la sociedad británica, mostrándoles el lado oscuro de la época victoriana aunque sus finales
fueran por lo general felices, quizás lo que hoy podríamos definir como políticamente correcto, pero Dickens
también quería recompensar a sus lectores con esperanza en un futuro
mejor. Es interesante relacionar su obra con su biografía
Al cumplirse el bicentenario del nacimiento de Charles Dickens (1812-2012) el nuevo año nos ha regalado, gracias a la editorial Alba minus, una edición de la famosísima novela David Coperfield. No os puedo describir la sorpresa y el placer de cada página, narrada en en primera persona, que no nos resulta difícil imaginar que Henry James de niño se escondiera debajo de una mesa para oír a su madre leer las entregas en voz alta, o que Dostoievski la leyera en prisión en Siberia, que fuera la novela favorita de Freud, que Kafka la imitara en América, y Joyce la parodiara en el Ulises.
Nosotros tenemos la oportunidad de recuperar esa experiencia secreta gracias a la excelente traducción íntegra de Marta Salís,la primera en español en más de cincuenta años, como nos informa en la contraportada del libro. Una obra clave de la literatura universal de 1022 páginas a precio de bolsillo: 16 euros. Una joya. Os invito a disfrutarlacomo yo lo hago, degustándola poco a poco, como el buen vino.
Nosotros tenemos la oportunidad de recuperar esa experiencia secreta gracias a la excelente traducción íntegra de Marta Salís,la primera en español en más de cincuenta años, como nos informa en la contraportada del libro. Una obra clave de la literatura universal de 1022 páginas a precio de bolsillo: 16 euros. Una joya. Os invito a disfrutarlacomo yo lo hago, degustándola poco a poco, como el buen vino.
Esta obra es la más autobiográfica de Dickens, nos imaginamos su niñez
Fotografía de la casa natal de Charles Dickens, donde nacía un 7 de febrero de 1812, hace ahora doscientos años en Portsea, junto a Portsmouth, base naval de la Marina Real británica, la más poderosa de su tiempo y donde trabajaba su padre. Dos años después la familia se trasladaba a Londres y en 1817 de nuevo , siempre siguiendo los cambios de empleo de su padre, a Chatham, para regresar de nuevo a Londres en 1822. Todos estos cambios hicieron que Dickens no fuera a la escuela hasta los nueve años , adquiriendo una formación autodidacta mediante la lectura voraz de libros . Sus críticos luego usarían esto en contra de Dickens, por no tener una educación clásica, sin embargo le sería de ayuda para dar forma al Universo literario que creó, con una mirada profunda y crítica de la sociedad victoriana (imagen procedente de http://es.paperblog.com ) |
y las penalidades cuando su padre ingresó en prisión por deudas
Un dibujo de como era la prisión de Marshalsea en Londres, donde estuvo recluido el padre de Charles Dickens . En aquella época, 1824, la familia Dickens vivía en el barrio londinense de Camden Town, uno de los más pobres de la ciudad y el propio Dickens diría sobre su infancia que se veía a sí mismo como un "niño muy pequeño y no especialmente cuidado". La detención del padre por impago de sus deudas supondría un gran cambio en la vida del pequeño Dickens, entonces con doce años de edad, ya que tuvo que dejar la escuela en la que había empezado a estudiar tres años antes y ponerse a trabajar en una fábrica de betún, con una jornada de diez horas diarias y teniendo que atravesar todo Londres para ir a trabajar. Las imagenes y experiencias que entonces vio y vivió marcarían profundamente a Dickens y las incluiría luego en sus novelas, sobre todo en "David Copperfield" de la que él mismo reconocía que era su obra favorita y con la que más se sentía identificado. Era aquella una sociedad de profundas desigualdades entre la clase trabajadora y la clase alta a la que pertenecían los aristócratas y empresarios , unas diferencias q
ue Dickens describiría en sus historias , rompiendo con la imagen idealizada de la era victoriana, aunque sus finales fueran generalmente felices y diferentes a lo que solía ser la realidad
y su trabajo en la fábrica de betún de jornadas interminables.
En la fabrica de betún Warrens boot-Blacking Factory trabajaría Dickens en duras jornadas de diez horas pegando etiquetas en los botes de betún. El trabajo infantil no comenzaría a ser regulado hasta la entrada en vigor de la Factory Act en 1833 por la que se limitaba la jornada laboral de los niños entre nueve y trece años a un máximo de ocho horas, algo que hoy nos puede parecer una barbaridad pero entonces significó un primer e importante paso adelante para ir limitando la explotación del trabajo infantil, aunque todavía a finales del siglo XIX se permitiría trabajar a los niños mayores de once años (imagen procedente dehttp://wikis.lib.ncsu.edu ) |
Bueno, os aconsejo la página de la que son las ilustraciones e información http://chrismielost.blogspot.com/2012/02/el-mundo-necesita-otro-charles-dickens.html
Asimismo, os recomiendo el artículo sobre el amor secreto de Dickens en el artículo Charles Dickens y las mujeres (pincha)
Para finalizar, no me canso de recomendar el libro, sí, sí, lo sé, la mayoría ya sabemos de qué va, ¡cuántas versiones de David Copperfield hemos visto a lo largo de nuestra vida!. No importa. A pesar de conocer el argumento el libro es un tesorito. Por ello, no me importa invitaros a la versión que también aparecía en el enlace del texto de la entrada. Es la película completa dividida en dos partes. ¡Que la disfrutéis! PARTE 1 PARTE 2
Además, si prefieres aquí comparto el audiolibro
Además, si prefieres aquí comparto el audiolibro
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